La tendinitis calcificante del hombro es una enfermedad dolorosa aguda o crónica que se caracteriza por la presencia de calcificaciones en los tendones del manguito rotador.
Su principal síntoma clínico es el dolor de hombro, que se suele agravar al tenderse sobre el hombro, o al elevar el brazo por encima de la altura del hombro. El dolor puede llegar a despertar al paciente. Otras molestias que puede ocasionar son: debilidad, rigidez, chasquidos o bloqueos en el hombro. La enfermedad se diagnostica basándose en sus síntomas clínicos y en las pruebas de imagen. La mayoría de las veces, las calcificaciones se presentan en el tendón supraespinoso (51 %–90 %) y con menor frecuencia en el tendón subescapular (3 %).
Aún se desconocen muchos detalles sobre la etiología de esta enfermedad. Existe la hipótesis de que este problema esté relacionado con la fibrosis y necrosis inducidas por hipovascularización del tendón, con la consiguiente degeneración del mismo. Las características de los depósitos de calcio asintomáticos previamente existentes pueden cambiar debido a episodios traumáticos leves que produzcan síntomas agudos. La enfermedad también puede derivarse de una irritación mecánica producida por los depósitos cuando el brazo se aleja del plano medio del cuerpo y los depósitos afectan al acromion.
Por lo general, esta enfermedad se presenta en cuatro etapas:
(i) etapa precálcica (normalmente asintomática), que implica metaplasia fibrocartilaginosa en el tendón;
(ii) etapa de formación (con o sin dolor), con depósitos de calcio que se forman en la matriz fibrocartilaginosa;
(iii) fase de reabsorción (dolor masivo), con depósitos que desaparecen por una reabsorción por mediación de las células (respuesta inflamatoria); y
(iv) etapa final (con o sin dolor), que implica la curación y reparación del manguito rotador. Cabe destacar que este ciclo se puede estancar en cualquiera de las fases, en forma de tendinitis calcificante crónica.
Este problema afecta aproximadamente a un 3 % de la población sana, y aproximadamente al 7 % de los afectados por dolores de hombro. El rango de edades con mayor incidencia va de los 30 a los 50 años. La incidencia entre mujeres es del doble que entre hombres.
De entrada, el tratamiento inicial debería ser conservador, y consistir en reposo, fisioterapia y medicación antiinflamatoria no esteroidea. En etapas más avanzadas, sería conveniente considerar la terapia de ondas de choque radiales (aunque nunca en la fase de reabsorción), o una infiltración subacromial de corticoesteroides. En los casos más persistentes de tendinitis calcificante del hombro, se debería considerar la cirugía.
Kvalvaag et al., Am J Sports Med 2017;45:2547-2554.
Effectiveness of Radial Extracorporeal Shock Wave Therapy (rESWT) When Combined With Supervised Exercises in Patients With Subacromial Shoulder Pain: A Double-Masked, Randomized, Sham-Controlled Trial.
LEA EL RESUMEN
Kolk et al., Bone Joint J. 2013 Nov;95-B(11):1521-6
Radial extracorporeal shock-wave therapy in patients with chronic rotator cuff tendinitis: a prospective randomised double-blind placebo-controlled multicentre trial.
LEA EL RESUMENNúmero de sesiones de tratamiento | de 3 a 5 |
Intervalo entre dos sesiones | 1 semana |
Presión de aire Evo Blue® | de 2 a 4 bar |
Presión de aire Power+ | de 1.5 a 3 bar |
Impulsos | 2000 en el área del dolor |
Frecuencia | de 8Hz à 12Hz |
Aplicador | 15mm |
Presión sobre la piel | fuerte |