Dolor cervical y lumbar no específico agudo y crónico (incluido el dolor de espalda pseudoradicular) sin ninguna correlación patológica de lesiones y enfermedades como, por ejemplo, fractura vertebral, disco vertebral herniado, espondilodiscitis, espondilolistesis, espondilitis anquilosante, tumores óseos primarios y secundarios, inflamaciones bacterianas y/o virales, etc.
El dolor cervical no específico sin ninguna correlación patológica de lesiones y enfermedades como, por ejemplo, fractura vertebral, disco vertebral herniado, espondilodiscitis, espondilolistesis, espondilitis anquilosante, tumores óseos primarios y secundarios, inflamaciones bacterianas y/o virales, etc. (en adelante dolor cervical no específico) se define como un dolor persistente o malestar severo en el cuello durante más de tres meses. En la mayoría de casos, el dolor está producido por una mala postura y/o cambios mecánicos y degenerativos. Se ha estimado que la prevalencia del dolor cervical crónico no específico es de aproximadamente del 50% en adolescentes de instituto y ha aumentado considerablemente durante las últimas décadas debido al estilo de vida moderno de los países occidentales (que incluye el uso excesivo de ordenadores personales). El impacto social y económico del dolor cervical no específico es considerable.
El dolor lumbar no específico sin ninguna correlación patológica de lesiones y enfermedades como, por ejemplo, fractura vertebral, disco vertebral herniado, espondilodiscitis, espondilolistesis, espondilitis anquilosante, tumores óseos primarios y secundarios, inflamaciones bacterianas y/o virales, etc. (en adelante dolor lumbar no específico) es común y afecta a personas de todas las edades. Ocupa el segundo lugar después del resfriado común como la aflicción más común de la humanidad y está entre las principales quejas que hacen que los pacientes acudan a la consulta de un médico. Se ha indicado que su prevalencia puntual llega al 33 por ciento, la prevalencia de un año hasta el 73 por ciento y la prevalencia durante la vida supera el 70% en la mayoría de países industrializados, con una incidencia anual del 15-20% en los Estados Unidos. En adultos físicamente activos que no solicitan atención médica, la incidencia anual del dolor lumbar no específico clínicamente significativo con deterioro funcional es de aproximadamente el 10-15%. En los últimos años, se ha observado un incremento alarmante en la prevalencia del dolor lumbar no específico crónico en países industrializados, que afecta tanto a hombres como a mujeres de todas las edades y grupos raciales/étnicos. Al igual que con el dolor cervical no específico, el impacto social y económico del dolor lumbar no específico es considerable. Es la causa más frecuente de incapacidad en las personas con menos de 45 años de edad. El dolor lumbar agudo no específico (que dura entre tres y seis semanas) se resuelve al cabo de varias semanas, aunque son habituales las recurrencias y a menudo existen síntomas de baja intensidad años después de un episodio inicial. Los factores de riesgo para el desarrollo de dolor lumbar no específico crónico o persistente invalidante (con una duración cuya definición varía entre más de tres o seis meses) incluyen malestar psicológico preexistente, cuestiones de indemnización en litigio, otros tipos de dolor crónico e insatisfacción en el trabajo. El diagnóstico se basa en las características clínicas. Se deben tener en cuenta las imágenes diagnósticas para descartar otras causas de lumbalgia (especialmente en los casos crónicos) o para establecer el diagnóstico del dolor lumbar no específico en caso de duda.
Los objetivos de tratamiento para los pacientes con dolor cervical y lumbar no específico son (i) disminuir el dolor, (ii) restaurar la movilidad, (iii) acelerar la recuperación de modo que el paciente pueda reanudar las actividades diarias normales lo antes posible, (iv) prevenir el desarrollo de un trastorno recurrente crónico y (v) restaurar y preservar la independencia y el bienestar físico y financiero. Sin embargo, el tratamiento de los pacientes con dolor cervical y lumbar no específico plantea los siguientes retos y problemas: (i) la mayor parte del dolor de espalda no tiene una causa reconocible; (ii) una enfermedad sistémica subyacente es muy poco recuente; (iii) la mayoría de episodios de dolor de espalada no se pueden prevenir y, lo más importante, (iv) pocos tratamientos, o ninguno, han demostrado ser efectivos para el dolor cervical y lumbar no específico. Entre estos tratamientos hay el reposo en cama limitado, ejercicio, fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) y acetaminofén (Tylenol), relajantes musculares y opiodes (si el acetaminofén o los AINES no alivian el dolor), quiroterapia, fisioterapia y, en último termino, cirugía (en casos de síndrome de cauda equina, infección, tumores y fracturas que comprimen la espina dorsal, inestabilidad lumbar mecánica, y quizás, dolor intratable con un test positivo de elevación de pierna recta y ninguna respuesta a la terapia conservadora). Sin embargo, los efectos analgésicos de muchos tratamientos para el dolor cervical y lumbar no específico son limitados y no difieren en las poblaciones con síntomas agudos o crónicos. La terapia de ondas de choque extracorpóreas es una alternativa al tratamiento conservador y debe aplicarse antes de considerar la cirugía.
La lumbalgia radicular y la lumbalgia pseudoradicular son diferentes tipos de dolor que se irradian distalmente a lo largo de las piernas. El dolor radicular se irradia por debajo de la rodilla y se cree que se origina a partir de trastornos asociados con la compresión de la raíz del nervio que a menudo se siente en los dermatomas distales por debajo de la rodilla (dolor proyectado). En cambio el dolor pseudoradicular no se irradia por debajo de la rodilla y se cree que está asociado a trastornos proximales locales que no afectan a ningún nervio ni raíz nerviosa. Estos trastornos incluyen los trastornos de la articulación cigapofisaria, el síndrome piriforme y algunas otras enfermedades. El dolor asociado se percibe en los dermatomas proximales dentro del muslo (dolor referido, zonas de Head). En muchos casos de lumbalgia pseudoradicular, es imposible encontrar la enfermedad subyacente que los caracteriza como idiopáticos. La distinción entre lumbalgia radicular y pseudoradicular es clínicamente relevante por varios motivos: (i) el dolor radicular siempre tiene un componente neuropático porque siempre implica daño o irritación de los nervios periféricos o de las raíces nerviosas. En cambio, el dolor pseudoradicular puede producirse sin daños o irritación de los nervios periféricos o de las raíces nerviosas y, por tanto, podría ser puramente nociceptivo. Esta distinción es muy importante a la hora de evaluar los resultados de los exámenes neurofisiológicos. (ii) El dolor radicular (dolor neuropático) es predominantemente sensible a los antidepresivos y a los anticonvulsantes. En cambio, el dolor pseudoradicular (dolor nociceptivo) es principalmente sensible a los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES). El diagnóstico se basa en las características clínicas. Se deben tener en cuenta las imágenes diagnósticas para descartar otras causas de lumbalgia o para establecer el diagnóstico de la lumbalgia radicular o pseudoradicular en caso de duda. Sin embargo, se debe señalar que las anomalías observadas en las exploraciones radiológicas de la columna lumbar muestran una baja correlación con los síntomas clínicos. La terapia de ondas de choque extracorpóreas es una alternativa muy efectiva al tratamiento conservador en la lumbalgia pseudoradicular.
Bauermeister. In: Maier M, Gillesberger F:
Abstracts 2003 zur Muskuloskelettalen Stosswellentherapie. Kongressband des 3. Dreiländertreffens der Österreichischen, Schweizer und Deutschen Fachgesellschaften. Books on Demand, Norderstedt, 2003, pp 29-34.
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Número de sesiones de tratamiento | de 3 a 5 | de 3 a 5 |
Intervalo entre dos sesiones | 1 semana | 1 semana |
Presión de aire Evo Blue® | de 2.5 a 4 bar | de 3 a 4 bar |
Presión de aire Power+ | de 2 a 4 bar | de 2 a 4 bar |
Impulsos | 500 - 1000 impulsos por punto gatillo | 2000 |
Frecuencia | 12Hz | 12Hz à 20Hz |
Aplicador | 15 mm o 15 mm trigger | 36 mm |
Presión sobre la piel | de ligera a moderada | de moderada a fuerte |